viernes, 13 de abril de 2012

La enseñanza superior (un controvertido camino)


Un controvertido camino para el profesorado universitario desde la convergencia europea da Introducción mejorar la cohesión social, la igualdad de oportunidades En la Unión Europea algunas instituciones delegan parte y la calidad de vida. Entendiendo la formación como una de su soberanía, con el fin de facilitar la toma de decisiones proceso integral, progresivo y continuo que debe adaptarse sobre asuntos específicos de interés  a las diferentes etapas de la vida, exigiendo la participación común para el conjunto de los países europeos, la participación activa de todos los agentes sociales implicados (educadores, gestores, estudiantes, etcétera).

Retos actuales de la invetigación educativa


Hoy día, la investigación social y educativa de carácter positivista es objeto de serios cuestionamientos por parte de una visión emergente crítica de las ciencias sociales, en la cual se cuestiona, entre otros aspectos, el reduccionismo de lo humano, razón por la cual no ha sido posible explicar a cabalidad las diversas situaciones del complejo contexto socio educativo; y, lo restrictivo del método que limita el abordaje de lo complejo e interdisciplinario de los diversos escenarios y problemas humanos y sociales contemporáneos.
Entre los postulados críticos a la concepción establecida de investigación educativa, destacan las tendencias de carácter fenomenológico crítico, las cuales coinciden en la necesidad del retorno del sujeto y la revitalización de lo humano, presente en los procesos sociales y educativos abordados en el marco de una perspectiva histórico cultural social, cuyo centro de interés sea la persona; su vida cotidiana; sus creencias; simbolismos, prácticas y, el significado que éstas tienen para el entendimiento de lo socioeducativo.
 En esta encrucijada se encuentran las ciencias sociales y humanas, con la asunción de nuevos paradigmas que demandan un giro cualitativo en el tratamiento de lo social frente al imperio del objetivismo e instrumentalismo, como única vía para la búsqueda del conocimiento. Acercarse con una visión crítica al estado actual de la investigación educativa implica reconocer que la manera como ésta es asumida y practicada, lleva en sí un carácter valorativo que guarda estrecha relación con la concepción doctrinaria de la que ella se deriva. En tal sentido, en los postulados actuales sobre la investigación educativa, existe coincidencia, desde la crítica social, en relación a la urgencia de un replanteo de los paradigmas teóricos tradicionales y sus metodologías de investigación, en especial, en la toma de conciencia de la necesidad de reivindicar lo humano desde un plano crítico y comprometido a partir de la educación, planteamiento que se reafirma cuando queda expresa la necesidad de una reconstrucción teórica y el escepticismo acerca de la significación social de la investigación educativa no implica, la ausencia de problemas que deban ser investigados o un debilitamiento de la capacidad investigativa de los científicos.

La internacionalización de la Enseñanza Superior


La internacionalización en la educación superior se entiende como un proceso de desarrollo e implementación de políticas y programas para integrar las dimensiones internacional e intercultural en las misiones, propósitos y funciones de las instituciones universitarias. A través de ella se tiende a formalizar los beneficios de la cooperación internacional para la comunidad universitaria en general.

Este concepto se presenta como una respuesta a los desafíos que impone la globalización, definida como la integración más estrecha de los países y los pueblos del mundo, producida por la enorme reducción de los costos de transporte y comunicación, y el desmantelamiento de las barreras artificiales a los flujos de bienes, capitales, servicios y conocimiento y en menor grado, a personas a través de las fronteras.

La internacionalización de las universidades se ha vuelto parte de las agendas nacionales e institucionales en todos los países de América Latina y el Caribe, desde hace algunos años.

Promoverla implica acciones como la movilidad de estudiantes, profesores e investigadores, creación de redes de carácter regional e internacional, oferta educativa internacional, internacionalización del currículum vitae, dobles titulaciones, acuerdos interinstitucionales, investigaciones y posgrados conjuntos, enseñanza de idiomas y culturas locales, programas de cooperación al desarrollo, procesos regionales de evaluación y acreditación de la calidad universitaria y las medidas para mitigar la “fuga de cerebros”, entre varias otras medidas.

Una tarea titánica que conlleva un trabajo enorme donde cada institución de educación superior ha debido elaborar nuevos proyectos y crear programas para hacer frente a este reto. Pero una acción necesaria, por no decir obligatoria, para crear una sociedad del conocimiento, para mejorar la calidad de la educación superior, para contribuir al entendimiento global, para preparar a estudiantes en el desempeño de en una comunidad multicultural y así hacerlos más competitivos, más competentes y mejores ciudadanos


Recuperar la Esperanza


El primer actor responsable, señaló Latapí, es el gobierno federal, que pese al liderazgo que le otorga la Constitución en el ámbito educativo, no ha puesto lo necesario para atender al sector como prioridad, la verdadera prioridad no se manifiesta sólo en dinero, sino en la calidad de las decisiones, la determinación política y la capacidad de movilización, y en realidad la educación no ha sido objeto de la energía de los gobiernos federales para transformarla a fondo.

También señaló al magisterio como responsable de la situación educativa en México. Para una porción significativa de los maestros tampoco el mejoramiento cualitativo de la educación ha constituido una verdadera prioridad; los maestros, prisioneros del sindicato, se han acomodado a sus reglas y comportamientos, y se encuentran despojados de iniciativas propias, al grado que muchos mentores ven a su profesión solamente como un trabajo, un modus vivendi relativamente satisfactorio social y económicamente, y no como un compromiso cotidiano a la altura de las exigencias que les plantean sus alumnos.

Los ciudadanos también tienen parte de responsabilidad. Pablo Latapí expuso que la gran mayoría de mexicanos, con hijos en escuelas públicas o privadas, generalmente son indiferentes o están resignados ante las deficiencias del sistema educativo. Casi ningún padre de familia exige educación de calidad como derecho y más bien confunden servicio público gratuito con dádiva graciosa. No protestan porque se prive a sus hijos de clases por semanas o varios meses, por movilizaciones y huelgas; tampoco luchan por participar en las escuelas de sus hijos; prácticamente no forman organismos ciudadanos que pugnen por establecer leyes y procedimientos jurídicos para que el derecho a una buena educación sea exigible.

Los mexicanos son presa de su apatía: no se nos da la democracia, al menos todavía; modificar nuestras actitudes de resignación fatalista, de conformismo, de indolencia, llevará aún muchos años. Mientras nadie exija cuentas a los gobernantes, a los legisladores, a los secretarios de Educación (federal y estatales), a los directores de escuela y maestros o a los sindicatos, no mejorará la educación.


El poder del Dinero